El colectivo asturiano XEGA ha denunciado que a Andrea M., usuaria de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), la Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios del Principado le ha denegado la medicación necesaria con el argumento de que no ha recurrido a la reproducción asistida por por tener problemas de esterilidad.
Andrea M. es lesbiana y su pareja es una mujer. Según explica el comunicado de XEGA, Andrea solicitó en 2009 acceder a las técnicas de reproducción asistida a través de la sanidad pública asturiana, tras conocer a través de un programa de televisión que el Principado de Asturias permite hacerlo a las mujeres lesbianas. Un año después la llamaron de la Unidad de Reproducción Asistida del HUCA.
En septiembre de 2010 los médicos de la Unidad prescribieron a Andrea la medicación necesaria para la estimulación ovárica previa a la inseminación artificial (con el objetivo de aumentar las probabilidades de éxito), que fue autorizada en el Área de Inspección de Mieres. La primera inseminación falló. Fue entonces cuando comenzaron los problemas: al pedir la autorización de las nuevas recetas, la inspección se negó a autorizarlas sin explicación.
En espera de que solucionara el problema, en la farmacia le proporcionaron la medicación que necesitaba, pero la inseminación falló de nuevo. En marzo de 2011 Andrea acudió por tercera vez al Área de Inspección de Mieres con nuevas recetas, y de nuevo le fue denegada la prescripción, con el argumento de que ”lo tenía que autorizar Oviedo”.
En la propia Unidad de Reproducción Asistida quedaron al parecer sorprendidos, ya que al parecer nunca habían denegado el visado a ninguna mujer en su situación. Fue entonces cuando Andrea se entrevistó con el Jefe del Servicio de Inspección de Prestaciones y Servicios Sanitarios de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios del Principado, que le informó de que, por orden del Director General, en su caso, no procedía la autorización de la medicación ya que no constaba que hubiera “esterilidad en el varón”.
Cuando Andrea le comentó que su pareja es una mujer, este le dijo que si no había un varón estéril y ella no era estéril no había razón para autorizar el tratamiento. La Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida permite el acceso a estas técnicas de todas las mujeres con independencia de su estado civil y orientación sexual. Sin embargo, si de financiación hablamos, la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud (es decir, la lista de procedimientos que en todas las comunidades deben ser cubiertos por la sanidad pública) es ambigua, y establece que se cubrirá la reproducción humana asistida “cuando haya un diagnóstico de esterilidad o una indicación clínica establecida, de acuerdo con los programas de cada servicio de salud”.
No había sucedido en Asturias
El caso es que en el Principado de Asturias, según XEGA, nunca se había denegado el tratamiento a ninguna mujer que acude sola o con pareja de su mismo sexo. “Muy al contrario, mientras que en otras Comunidades Autónomas se denegaba el derecho a acceder a estas técnicas con financiación pública de mujeres lesbianas, el Principado de Asturias, en defensa de la eliminación de cualquier discriminación por razones de orientación sexual, siempre aceptó el acceso de mujeres y parejas lesbianas a estos tratamientos con financiación pública”, espresa XEGA.
“Andrea sigue luchando por su derecho a ser madre y por su derecho a acceder a un tratamiento público financiado, al igual que el resto de las mujeres asturianas, lesbianas o no, que se han sometido a estas técnicas en los últimos años. Para defender sus derechos ha solicitado entrevistarse con el Consejero de Salud y Servicios Sanitarios, don José Ramón Quirós García, para informarle de la discriminación de la que viene siendo objeto por el simple hecho de ser lesbiana por parte de funcionarios de su Consejería”, finaliza el comunicado de XEGA.
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