En abril contemplábamos horrorizados la grabación en vídeo de la cruel agresión sufrida por Chrissy Lee Polis en el interior de un local de McDonald’s en Roseland (Maryland, Estados Unidos). Polis, una joven transexual de 22 años, era brutalmente agredida por otras dos chicas por intentar usar el baño de mujeres. Una de las agresoras, mayor de edad en ese momento, ha sido ahora condenada a diez años de prisión, de los que cumplirá cinco.
Como adelantamos en su momento, Teonna Brown (que tenía 18 años en el momento de ataque) y otra adolescente (que tenía entonces 14 años) fueron acusadas por el gran jurado de agresión en primer y segundo grado y crimen de odio, una categoría especial que en 2009 Estados Unidos abrió a los delitos homófobos y tránsfobos. Finalmente, tras celebrarse el juicio, Brown ha sido condenada por agresión en primer grado y crímen de odio a diez años de cárcel, aunque solo cumplirá cinco de forma efectiva, además de tres años de libertad vigilada. La menor, de de la que no se ha revelado el nombre, se encuentra ingresada en un centro de menores tras admitir su culpabilidad.
La existencia del vídeo que documenta lo sucedido ha sido, en este caso, clave. En las imágenes se observa claramente como la joven es arrojada al suelo, donde indefensa recibe patadas, puñetazos, es agarrada por el pelo y arrastrada. Alguno de los empleados del local parece querer intervenir, aunque sin demasiado entusiasmo por detener la agresión, mientras otros permanecen impasibles, e incluso se escuchan algunas risas. Las agresoras conducen a la víctima hasta la puerta del local, pero antes de que puedan echarla la joven sufre una crisis convulsiva.
El abogado de Brown, Timothy Knepp, ha declarado que se trata de la pena más severa “que ha visto nunca” imponer a una persona de 18 años condenada por primera vez por agresión. Una agresión que Knepp ha calificado como “un trágico cúmulo de circunstancias sobredimensionado por la oficina del fiscal del estado“. Colectivos en defensa de los derechos LGTB, sin embargo, la consideran benévola, teniendo en cuenta que por esos mismos delitos la joven podría haber sido condenada a un máximo de 35 años de cárcel. “Cinco años puede considerarse incluso una condena corta teniendo en cuenta la cantidad de odio que el ataque mostró“, ha declarado Patrick Wojahn, de la organización Equality Maryland.
Durante el juicio, Teonna Brown dijo sentirse arrepentida y pidiió perdón a la víctima. Chrissy Lee Polis, sin embargo, remitió un escrito en el que rechazaba el perdón.
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