fuente: calaantonelli.com
Anna
Grodzka, de 57 años, ha hecho historia en la católica Polonia al convertirse en
la primera mujer transexual que consigue un escaño en su Parlamento, donde
simbolizará el cambio que pide su partido, el Movimiento Palikot, abiertamente
anticlerical y laico. Es la tercera mujer transexual parlamentaria de Europa, la
primera fue Vladimir Luxuria en Italia, y la segunda, Carla Antonelli en
España.
"Estoy muy, muy feliz. Es el sueño de mi vida hecho realidad y se abre una nueva
etapa", ha declarado a Afp por vía telefónica, donde ha confirmado que "en un
99%" ha conseguido un escaño por un distrito del sur de Cracovia tras hacerse
con 18.000 votos.
Nacida
en Otwock, cerca de Varsovia, ya a la edad de 12 años se daba a sí misma el
nombre femenino de Ania.
Sin
embargo, hizo una vida tradicional, contrayendo un matrimonio, donde fue padre
de un hijo ya adulto. El cambio llegó hace veinte años, cuando le diagnosticaron
que era una mujer y le ofrecieron reasignarse de sexo.
"Ahora
vivo sola", decía ya reasignada como mujer, esta graduada en Psicología, y que
se dedicaba hasta ahora a la producción editorial y al cine.
Cambio
a la política
Hace
unos meses decidió pasarse a la política "porque quería dar voz a la gente que
está excluida y discriminada por el sistema político polaco y que su voz fuese
oída", ha escrito en su blog.
"Mi
misión es hacer que la gente se familiarice con la transexualidad", ha declarado
Grodzka a la televisión Polsat News, donde ha asegurado que al tomar la decisión
de entrar en política "sabía qué esperar", en referencia a "varios disgustos"
que tuvo antes y durante la campaña por su decisión de presentarse.
Fundado
por el magnate del vodka Janusz Palikot -antiguo miembro de la Plataforma Cívica
de Donald Tusk, que ha vencido en los comicios-, este partido ha sido la
sorpresa de los comicios al convertirse en la tercera fuerza política, con un
10% pese a sus feroces críticas a la poderosa Iglesia Católica.
Además
de Grodzka, el movimiento, firme defensor a de los derechos de los homosexuales
y también de la legalización del cannabis, tiene a un diputado abiertamente
homosexual, Robert Biedron.
Una
vez en el Parlamento, la prioridad de la primera diputada transexual está claro:
proponer una ley sobre el cambio de sexo.
"¿Por
qué en un país tan católico como España puede haber una ley de este tipo y no en
Polonia?" se ha preguntado la diputada que ha confesado que siempre ha sido
atea.
Con
todo, es improbable que su partido pueda conseguir que se impongan esos cambios.
La Plataforma Cívica cuenta con el apoyo del Partido de los Campesinos y no
necesitaría el de los 40 diputados del Movimiento Palikot.
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