El alto tribunal zanja por primera vez por unanimidad una polémica nacional
FUENTE: JUAN ARIAS - ELPAIS.COM - 07/05/2011
En Brasil, donde los homosexuales suponen el 15% de la población y donde el elemento religioso tiene mucha fuerza, ha sido recibida como una conquista histórica la decisión del Supremo que, adelantándose al mismo Congreso, ha sancionado por unanimidad la legitimidad del matrimonio homosexual.
"Brasil es más laico y más igual", se afirmaba ayer en cientos de blogs y comentarios mientras se ponía de relieve la oposición del Episcopado, que considera inconstitucional la decisión del Supremo, ya que, según los obispos católicos, solo la unión de "un hombre y una mujer" puede ser considerada matrimonio, según el arzobispo de Río de Janeiro, Orani João Tempesta.
En el Congreso, donde el reconocimiento de las uniones homosexuales se arrastra desde hace años, dejando un vacio jurídico, la decisión del Supremo ha sido recibida de formas muy diferentes, desde los que aplauden dicha decisión por considerar que Brasil es ya un país maduro y desarrollado capaz de aceptar no solo la familia tradicional, sino también las homosexuales, a los que como el diputado Jair Bolsonaro, del Partido Progresista (PP), llegaron a decir con sarcasmo: "La próxima decisión del Supremo, será la legitimación de la pedofilia".
La sentencia ha sido considerada histórica también porque es la primera vez que el Supremo, por unanimidad, ha zanjado una polémica nacional. Respondiendo indirectamente a las objeciones de la Iglesia, el magistrado del Supremo, Celso de Melo, afirmó: "La república es laica y por tanto, aunque respete todas las religiones, no se pueden confundir cuestiones jurídicas con cuestiones de carácter moral o religioso". La Iglesia, que reconoce derechos civiles de las parejas homosexuales, se niega rotundamente a que sean equiparadas a la familia tradicional que, según los obispos, es la única reconocida por Dios y por el derecho natural.
La sentencia ha despertado, sin embargo, un enorme interés en la opinión pública y llevó en seguida a la incandescencia a las redes sociales, hasta el punto de que a las pocas horas había ya, sobre el tema, 60.000 entradas en Twitter, y sigue siendo la noticia más comentada en los Trending Topics brasileños.
En general, los mensajes son de bienvenida a la nueva ley, aunque no han faltado comentarios desfavorables, como el del pastor evangélico Marco Feliciano, que colgó en Twitter el siguiente mensaje: "Ha sido oficializado el inicio de la decandencia moral, de la familia y de todo lo que debe creer un cristiano". El abogado del Episcopado, Hugo Cisneros, tampoco se quedó corto en las críticas al Supremo y con clara ironía afirmó: "Polígamos e incestuosos pueden alegrarse. Ustedes también buscan afecto".
La decisión del Supremo supone que, a partir de ahora, y sin necesidad ya de un voto del Congreso, toda pareja tendrá los mismos derechos en relación a asuntos como herencias, pensiones y planes de salud, y abre la puerta a la posibilidad de la adopción de hijos por parte de las parejas homosexuales. Como consecuencia, tendrán que ser revisadas más de cien leyes anteriores.
Militantes del movimiento GLBT (Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales), celebraban ayer una fiesta en la famosa playa de Copacabana, escenario de miles de reivindicaciones de los homosexuales desde hace más de 20 años y que ahora se sienten felices y "vengados". El travesti Jane Di Casstro que vive desde hace 44 años con su marido Otávio Bonfim confiesa: "Siempre soñamos con este día. Ha sido una vida entera de humillaciones. Por fin podremos casarnos a la luz del día".
FUENTE: JUAN ARIAS - ELPAIS.COM - 07/05/2011
En Brasil, donde los homosexuales suponen el 15% de la población y donde el elemento religioso tiene mucha fuerza, ha sido recibida como una conquista histórica la decisión del Supremo que, adelantándose al mismo Congreso, ha sancionado por unanimidad la legitimidad del matrimonio homosexual.
"Brasil es más laico y más igual", se afirmaba ayer en cientos de blogs y comentarios mientras se ponía de relieve la oposición del Episcopado, que considera inconstitucional la decisión del Supremo, ya que, según los obispos católicos, solo la unión de "un hombre y una mujer" puede ser considerada matrimonio, según el arzobispo de Río de Janeiro, Orani João Tempesta.
En el Congreso, donde el reconocimiento de las uniones homosexuales se arrastra desde hace años, dejando un vacio jurídico, la decisión del Supremo ha sido recibida de formas muy diferentes, desde los que aplauden dicha decisión por considerar que Brasil es ya un país maduro y desarrollado capaz de aceptar no solo la familia tradicional, sino también las homosexuales, a los que como el diputado Jair Bolsonaro, del Partido Progresista (PP), llegaron a decir con sarcasmo: "La próxima decisión del Supremo, será la legitimación de la pedofilia".
La sentencia ha sido considerada histórica también porque es la primera vez que el Supremo, por unanimidad, ha zanjado una polémica nacional. Respondiendo indirectamente a las objeciones de la Iglesia, el magistrado del Supremo, Celso de Melo, afirmó: "La república es laica y por tanto, aunque respete todas las religiones, no se pueden confundir cuestiones jurídicas con cuestiones de carácter moral o religioso". La Iglesia, que reconoce derechos civiles de las parejas homosexuales, se niega rotundamente a que sean equiparadas a la familia tradicional que, según los obispos, es la única reconocida por Dios y por el derecho natural.
La sentencia ha despertado, sin embargo, un enorme interés en la opinión pública y llevó en seguida a la incandescencia a las redes sociales, hasta el punto de que a las pocas horas había ya, sobre el tema, 60.000 entradas en Twitter, y sigue siendo la noticia más comentada en los Trending Topics brasileños.
En general, los mensajes son de bienvenida a la nueva ley, aunque no han faltado comentarios desfavorables, como el del pastor evangélico Marco Feliciano, que colgó en Twitter el siguiente mensaje: "Ha sido oficializado el inicio de la decandencia moral, de la familia y de todo lo que debe creer un cristiano". El abogado del Episcopado, Hugo Cisneros, tampoco se quedó corto en las críticas al Supremo y con clara ironía afirmó: "Polígamos e incestuosos pueden alegrarse. Ustedes también buscan afecto".
La decisión del Supremo supone que, a partir de ahora, y sin necesidad ya de un voto del Congreso, toda pareja tendrá los mismos derechos en relación a asuntos como herencias, pensiones y planes de salud, y abre la puerta a la posibilidad de la adopción de hijos por parte de las parejas homosexuales. Como consecuencia, tendrán que ser revisadas más de cien leyes anteriores.
Militantes del movimiento GLBT (Gais, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales), celebraban ayer una fiesta en la famosa playa de Copacabana, escenario de miles de reivindicaciones de los homosexuales desde hace más de 20 años y que ahora se sienten felices y "vengados". El travesti Jane Di Casstro que vive desde hace 44 años con su marido Otávio Bonfim confiesa: "Siempre soñamos con este día. Ha sido una vida entera de humillaciones. Por fin podremos casarnos a la luz del día".
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