Terrible noticia. Tres hombres de 19, 20 y 40 años de edad, de cuya detención informamos en julio, han sido ahora condenados a cinco años de cárcel en Camerún acusados de homosexualidad (uno de ellos en ausencia). Un juez de Yaoundé, la capital, les ha impuesto la pena máxima, además de una multa de 200.000 francos cameruneses (unos 300 euros, cantidad muy elevada en ese país). La apariencia afeminada de los dos más jóvenes, al parecer, habría sido el desencadenante de la detención.
Según las informaciones que fueron difundidas en julio, los dos hombres más jóvenes habían sido acusados de mantener relaciones homosexuales en un coche. El tercero, que les acompañaba, fue detenido también, aunque luego fue puesto en libertad provisional. Sin embargo, según las informaciones que ahora se han conocido, en realidad los dos jóvenes fueron detenidos simple y llanamente por su aspecto afeminado: al parecer cuando la policía detuvo el coche vestían ropas llamativas e iban maquillados.
Los detenidos habrían sido acusados de “haber intentado sobornar a los policías a cambio de relaciones sexuales” y finalmente habrían “confesado” en comisaría su homosexualidad. Según ADEFHO (Association pour la défense de l’homosexualité), todo indica que fueron maltratados y obligados a declararse culpables. El detenido de mayor edad quedó en libertad provisional (al parecer disponía de recursos económicos que le permitieron abonar una fianza) y no se ha presentado al juicio, siendo condenado en ausencia.
Todo indica que en este caso los detenidos han tenido una especial mala suerte, al haberles tocado un juez que habría hecho gala de una especial homofobia y desprecio hacia los condenados debido a su afeminamiento. El juez habría considerado como prueba, por ejemplo, que la tarde de su arresto habían estado bebiendo Baileys, un licor considerado típicamente “femenino”. La sentencia, considerada un escándalo por las organizaciones locales de defensa de los derechos LGTB, será recurrida.
Una situación dramática
La situación de las personas LGTB en Camerún es realmente dramática. Cada poco tiempo se producen detenciones y condenas. En dosmanzanas hemos recogido varias solo en los últimos dos años: en octubre de 2011 (cuando un joven fue condenado a tres años de cárcel simplemente por enviar un SMS), en agosto de 2011, en abril de 2011, en marzo de 2011 (el detenido fue condenado a 36 meses de cárcel, motivo por el cual Amnistía Internacional llevó a cabo una acción), en octubre de 2010, en mayo de 2010 (los dos detenidos entonces fueron luego condenados a cinco meses de cárcel), en marzo de 2010 (en este caso la detención se mezcló con un intento de extorsión por parte de la Policía a un ciudadano australiano) o en diciembre de 2009 (en este caso el joven fue finalmente liberado tras permanecer varios días en prisión en condiciones miserables). Y son solo los casos que trascienden internacionalmente.
En Camerún las relaciones homosexuales están penadas con hasta cinco años de cárcel, pero según Alice Nkom (presidenta de ADEFHO) solo se puede detener a una persona si se la encuentra en situación de “flagrante delito”. Desgraciadamente, son cada vez más los casos en los que la Policía camerunesa ignora este requerimiento, como habría sucedido en el caso que hoy recogemos. La propia Nkom (que ha experimentado en sus carnes lo que es el acoso) ha calificado lo que esta sucediendo como una auténtica “caza al homosexual” orquestada por las fuerzas de seguridad camerunesas y ha pedido al Presidente Paul Biya, recientemente reelegido, que le ponga fin.
FUENTE: DOSMANZANAS.COM
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