No han pasado todavía dos años y medio desde que el Alto Tribunal de Delhi declarara inconstitucional la prohibición de las relaciones homosexuales y poco la poco las muestras de visibilidad LGTB florecen en la India. Buen ejemplo de ello es lo sucedido este fin de semana, en el que dos marchas del Orgullo han tenido lugar en Nueva Delhi y en Bangalore.
Cientos de personas se manifestaron en una colorista marcha por las calles de Nueva Delhi. Entre ellas estaba Rahul Sharma, de 25 años, miembro del comité organizador del Orgullo de la capital india. “Con esta marcha tomamos posesión de las calles de Delhi, por las que caminamos como personas normales, sin miedo a ser acosados o a que se burlen de nosotros”, ha manifestado. También en Bangalore, al sur del país, centenares de personas tomaron las calles. “A través de la marcha del Orgullo intentamos educar a la gente. Estamos orgullosos de ser lo que somos, y personas de todo el país llegan aquí para participar”, declaraba Veena Shivalingaiah, una mujer transgénero asistente a esta segunda marcha.
En ambos casos, una de las principales reivindicaciones de los manifestantes ha sido la consolidación de la decisión del Alto Tribunal de Delhi, todavía pendiente de revisión por la Corte Suprema del país. Si esta ratifica el fallo, las relaciones homosexuales quedarían definitivamente despenalizadas.
Una decisión que se retrasa
El fallo del Alto Tribunal de Delhi declaró contraria a la Constitución de la India la prohibición de las relaciones homosexuales, vigente desde la época colonial británica. Desde dicho fallo las relaciones homosexuales se consideran legales, pero se vive una situación de provisionalidad que la Corte Suprema se resiste a revolver. Ya en abril de este año decidió postponer el proceso, que recibió hasta 19 peticiones de audiencia sobre el tema (15 a favor de la prohibición y 4 a favor de la despenalización). A principios de este mismo mes de noviembre volvía a retrasarlo hasta febrero de 2012.
La despenalización de las relaciones homosexuales cuenta con la oposición de sectores tradicionales y religiosos, tanto del ámbito hindú como del musulmán o del católico. Pese a todo, las perspectivas parecen favorables. Ya en su momento la Corte Suprema se negó a paralizar cautelarmente la sentencia, y pidió al Gobierno indio que se pronunciara. El Gobierno declinó recurrir y decidió simplemente esperar a que la Corte se pronuncie sobre los recursos planteados por otras instancias.
En cualquier caso, más allá de la despenalización de las relaciones homosexuales, que parece dificílmente reversible, la situación de las personas LGTB en la India no es precisamente fácil. En dosmanzanas hemos recogido algunos ejemplos, como las amenazas de muerte a una pareja de lesbianas por parte de sus propias familias (que las hicieron merecedoras de protección policial) o la complicada situación de los llamados eunucos o hijras (en su mayoría, mujeres transgénero que viven en la miseria) sometidas habitualmente a acoso y discriminación.
FUENTE: dosmanzanas.com
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