Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y único de los miembros destacados del Partido Popular (PP) que se ha opuesto públicamente al recurso de inconstitucionalidad de su partido contra la ley que permite contraer matrimonio civil a las parejas del mismo sexo, ha asumido como propio el argumentario conservador tradicional al mostrar su preferencia por la existencia de una institución distinta al matrimonio para las parejas homosexuales con objeto de “no meter el dedo en el ojo a los católicos”.
“Yo hubiera hecho la misma ley sin llamarle matrimonio, porque la palabra matrimonio, creo yo que es un poco meter el dedo en el ojo a los católicos, y sin embargo los mismos derechos y libertades se hubieran podido dar con otro nombre”, ha afirmado Aguirre en declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press.
En este punto, resulta oportuno reseñar que lo que Aguirre defiende es, simplemente, imposible. La Ley 13/2005 por la que se modificó el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio no es una ley de “matrimonio homosexual” que otorgue a las uniones del mismo sexo derechos similares a los del matrimonio y el mismo nombre, sino que es una ley que simplemente abre el matrimonio (un derecho constitucional en sí mismo) a las parejas del mismo sexo. De hecho, la modificación legal clave de dicha ley, muy simple, consistió en añadir una segunda frase de 18 palabras al artículo 44 del Código Civil, que quedó como sigue:
“El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”.
Resulta, pues, absolutamente imposible “hacer la misma ley” sin llamar a las parejas del mismo sexo matrimonio, dado que el cambio legal consistió precisamente en abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo…
Preguntada más en concreto sobre las palabras de Rajoy respecto del mantenimiento o no del matrimonio entre personas del mismo sexo con independencia del dictamen del Tribunal Constitucional, Aguirre se ha limitado a recordar que ella se opuso a la presentación del recurso, sin expresar de forma explícita si está o no de acuerdo con Rajoy.
Aguirre también ha aprovechado para acusar a la izquierda de ser más homófoba que el PP. Se ha remontado, para ello, a los años cincuenta, cuando a su propio tío, Jaime Gil de Biedma, no le permitieron la entrada en el PSUC (versión catalana del Partido Comunista) por homosexual.
Cospedal, también en contra
También la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, otro de los rostros supuestamente moderados del partido, ha unido su voz al cada vez más numeroso coro de personalidades “populares” que expresan su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, en línea con las recientes declaraciones de Rajoy.
Cospedal ha declarado en el último número de la revista de moda Glamour que la mejor la “mejor solución” es una ley de parejas de hecho que “equipare los derechos” de parejas gays y heterosexuales.
Celia Villalobos admite que un gran sector de su partido está en contra
Por su parte, Celia Villalobos, única diputada del PP que en 2005 votó a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, ha utilizado este hecho para argumentar que su partido “no es homófobo”. Villalobos ha afirmado que Mariano Rajoy “no le dijo nada” por el sentido de su voto (lo cierto es que fue sancionada económicamente por ello).
Curiosamente, Villalobos admite, en las mismas declaraciones, que “hay un sector importante en el partido, en número, que si está radicalmente en contra de esta cuestión en el sentido de que no se llame matrimonio”.
Silencio del concejal gay del PP que contrajo matrimonio en 2006
Pero si hay una actitud que llama especialmente la atención dentro del PP es la de José Araújo, concejal gay de Ourense que en 2006 contrajo matrimonio en 2006 con asistencia de importantes cargos de su partido en Galicia, entre ellos el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Araújo no ha querido pronunciarse sobre las declaraciones de Rajoy “porque no quiere entrar en ninguna polémica ni referirse a su vida íntima”.
Una argumetación curiosa, teniendo en cuenta que en su momento la boda de Araújo no fue precisamente discreta.
“Yo hubiera hecho la misma ley sin llamarle matrimonio, porque la palabra matrimonio, creo yo que es un poco meter el dedo en el ojo a los católicos, y sin embargo los mismos derechos y libertades se hubieran podido dar con otro nombre”, ha afirmado Aguirre en declaraciones a Telecinco recogidas por Europa Press.
En este punto, resulta oportuno reseñar que lo que Aguirre defiende es, simplemente, imposible. La Ley 13/2005 por la que se modificó el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio no es una ley de “matrimonio homosexual” que otorgue a las uniones del mismo sexo derechos similares a los del matrimonio y el mismo nombre, sino que es una ley que simplemente abre el matrimonio (un derecho constitucional en sí mismo) a las parejas del mismo sexo. De hecho, la modificación legal clave de dicha ley, muy simple, consistió en añadir una segunda frase de 18 palabras al artículo 44 del Código Civil, que quedó como sigue:
“El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio conforme a las disposiciones de este Código. El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”.
Resulta, pues, absolutamente imposible “hacer la misma ley” sin llamar a las parejas del mismo sexo matrimonio, dado que el cambio legal consistió precisamente en abrir el matrimonio a las parejas del mismo sexo…
Preguntada más en concreto sobre las palabras de Rajoy respecto del mantenimiento o no del matrimonio entre personas del mismo sexo con independencia del dictamen del Tribunal Constitucional, Aguirre se ha limitado a recordar que ella se opuso a la presentación del recurso, sin expresar de forma explícita si está o no de acuerdo con Rajoy.
Aguirre también ha aprovechado para acusar a la izquierda de ser más homófoba que el PP. Se ha remontado, para ello, a los años cincuenta, cuando a su propio tío, Jaime Gil de Biedma, no le permitieron la entrada en el PSUC (versión catalana del Partido Comunista) por homosexual.
Cospedal, también en contra
También la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, otro de los rostros supuestamente moderados del partido, ha unido su voz al cada vez más numeroso coro de personalidades “populares” que expresan su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo, en línea con las recientes declaraciones de Rajoy.
Cospedal ha declarado en el último número de la revista de moda Glamour que la mejor la “mejor solución” es una ley de parejas de hecho que “equipare los derechos” de parejas gays y heterosexuales.
Celia Villalobos admite que un gran sector de su partido está en contra
Por su parte, Celia Villalobos, única diputada del PP que en 2005 votó a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, ha utilizado este hecho para argumentar que su partido “no es homófobo”. Villalobos ha afirmado que Mariano Rajoy “no le dijo nada” por el sentido de su voto (lo cierto es que fue sancionada económicamente por ello).
Curiosamente, Villalobos admite, en las mismas declaraciones, que “hay un sector importante en el partido, en número, que si está radicalmente en contra de esta cuestión en el sentido de que no se llame matrimonio”.
Silencio del concejal gay del PP que contrajo matrimonio en 2006
Pero si hay una actitud que llama especialmente la atención dentro del PP es la de José Araújo, concejal gay de Ourense que en 2006 contrajo matrimonio en 2006 con asistencia de importantes cargos de su partido en Galicia, entre ellos el actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo. Araújo no ha querido pronunciarse sobre las declaraciones de Rajoy “porque no quiere entrar en ninguna polémica ni referirse a su vida íntima”.
Una argumetación curiosa, teniendo en cuenta que en su momento la boda de Araújo no fue precisamente discreta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario