El 26,9% de los pacientes tratados por VIH en los hospitales españoles y que han mantenido actividad sexual durante el último año reconocen no haber usado preservativo en su última relación. El dato lo arroja la Encuesta Hospitalaria de pacientes con VIH/sida elaborada por el Ministerio de Sanidad, que puedes descargar pinchando aquí.
El dato confirma una realidad preocupante que se mantiene casi sin cambios a lo largo de los últimos años. “Es una variable que permanece bastante constante a lo largo del tiempo”, en palabras de la jefa de Epidemiología del VIH/sida de la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida, Mercedes Díez, recogidas por el diario Público. Para Díez, esta conducta revela “una inmovilidad tremenda que refleja que hay cosas ahí en las que trabajar”.
Dividiendo a los pacientes por su nivel de estudios, entre aquellos con estudios secundarios o superiores el desempleo es un factor clave para usar menos el condón, mientras que entre las personas de menor formación influye más el sexo: en este grupo las mujeres tienen un 40% menos de posibilidades de usar el preservativo. “Parece haber una desigualdad de género”, ha explicado la especialista.
La encuesta, realizada sobre 660 pacientes atendidos en 80 hospitales públicos de 14 Comunidades Autónomas, recoge también que en torno a un 10% de las personas con VIH que acudieron a consulta habían tenido en el último año otra enfermedad de transmisión sexual, lo que a juicio de Díez pone de relieve otro campo en el que “hay mucho margen” para la prevención.
Por lo que se refiere a la evolución clínica, las noticias son mejores. Las dos principales variables contempladas, el recuento de linfocitos CD4 y la carga viral, han experimentado una evolución positiva desde 1996. El número de pacientes con un nivel de CD4 por encima de 500 por milímetro cúbico se mantiene por encima del 40% del total, mientras que el grupo de aquellos que presentan una carga viral indetectable (menos de 50 copias) ha ido creciendo hasta representar casi un 70%.
La encuesta refleja también como el colectivo inmigrante ha ganado peso entre el grupo de pacientes de forma paralela a su mayor presencia en la sociedad española, habiéndose triplicado el porcentaje de atendidos de este colectivo desde el 4,1% de 2001 hasta el actual 13,8%. Por último, sigue a la baja el uso compartido de material de inyección de drogas como vía de transmisión del VIH, en favor de la sexual. No obstante, debido a la mayor supervivencia, sigue apareciendo aún como la principal forma de transmisión entre los pacientes atendidos.
El dato confirma una realidad preocupante que se mantiene casi sin cambios a lo largo de los últimos años. “Es una variable que permanece bastante constante a lo largo del tiempo”, en palabras de la jefa de Epidemiología del VIH/sida de la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida, Mercedes Díez, recogidas por el diario Público. Para Díez, esta conducta revela “una inmovilidad tremenda que refleja que hay cosas ahí en las que trabajar”.
Dividiendo a los pacientes por su nivel de estudios, entre aquellos con estudios secundarios o superiores el desempleo es un factor clave para usar menos el condón, mientras que entre las personas de menor formación influye más el sexo: en este grupo las mujeres tienen un 40% menos de posibilidades de usar el preservativo. “Parece haber una desigualdad de género”, ha explicado la especialista.
La encuesta, realizada sobre 660 pacientes atendidos en 80 hospitales públicos de 14 Comunidades Autónomas, recoge también que en torno a un 10% de las personas con VIH que acudieron a consulta habían tenido en el último año otra enfermedad de transmisión sexual, lo que a juicio de Díez pone de relieve otro campo en el que “hay mucho margen” para la prevención.
Por lo que se refiere a la evolución clínica, las noticias son mejores. Las dos principales variables contempladas, el recuento de linfocitos CD4 y la carga viral, han experimentado una evolución positiva desde 1996. El número de pacientes con un nivel de CD4 por encima de 500 por milímetro cúbico se mantiene por encima del 40% del total, mientras que el grupo de aquellos que presentan una carga viral indetectable (menos de 50 copias) ha ido creciendo hasta representar casi un 70%.
La encuesta refleja también como el colectivo inmigrante ha ganado peso entre el grupo de pacientes de forma paralela a su mayor presencia en la sociedad española, habiéndose triplicado el porcentaje de atendidos de este colectivo desde el 4,1% de 2001 hasta el actual 13,8%. Por último, sigue a la baja el uso compartido de material de inyección de drogas como vía de transmisión del VIH, en favor de la sexual. No obstante, debido a la mayor supervivencia, sigue apareciendo aún como la principal forma de transmisión entre los pacientes atendidos.
FUENTE:DOSMANZANAS.COM
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