A los representantes de la jerarquía católica les hemos escuchado reflexiones repugnantes, pero pocas tanto como ésta. El arzobispo de Malinas-Bruselas y primado de Bélgica, monseñor André-Joseph Léonard, piensa que el sida es una “forma de justicia inmanente”.
Las declaraciones, en realidad, no son nuevas, dado que aparecieron en un libro de entrevistas publicado en francés en 2006, antes de que Léonard fuera nombrado por Joseph Ratzinger el más alto dignatario de la iglesia belga. Ha sido ahora, cuando aparece su traducción flamenca, cuando han trascendido a la opinión pública.
Monseñor Léonard fue preguntado por los autores si los problemas medioambientales podrían considerarse una especie de castigo divino. El ahora arzobispo rechazó la idea, imputándolos en exclusiva al hombre. En ese momento estableció una comparación con la epidemia de sida, que consideró “una forma de justicia inmanente”. “Cuando se maltrata el amor humano, éste puede vengarse”, añadía. Léonard expresaba también que el uso del preservativo tenía un riesgo del 10% (algo absolutamente falso) lo que a sus ojos convertía su uso en “una ruleta rusa”.
Un homófobo reconocido
André-Joseph Léonard es conocido por sus posiciones abiertamente homófobas. En enero de este mismo año, pocos días después de su nombramiento como arzobispo de Malinas-Bruselas, comparaba en un programa televisivo la homosexualidad a la anorexia.
En 2007 Léonard recibió numerosas críticas al calificar la homosexualidad como una conducta “anormal”. Posteriormente aclaró que su afirmación se refería “a la conducta, no a las personas”, aunque se reafirmó en su convencimiento de que las personas homosexuales “sufren un bloqueo en el desarrollo psicológico normal”.
Las declaraciones, en realidad, no son nuevas, dado que aparecieron en un libro de entrevistas publicado en francés en 2006, antes de que Léonard fuera nombrado por Joseph Ratzinger el más alto dignatario de la iglesia belga. Ha sido ahora, cuando aparece su traducción flamenca, cuando han trascendido a la opinión pública.
Monseñor Léonard fue preguntado por los autores si los problemas medioambientales podrían considerarse una especie de castigo divino. El ahora arzobispo rechazó la idea, imputándolos en exclusiva al hombre. En ese momento estableció una comparación con la epidemia de sida, que consideró “una forma de justicia inmanente”. “Cuando se maltrata el amor humano, éste puede vengarse”, añadía. Léonard expresaba también que el uso del preservativo tenía un riesgo del 10% (algo absolutamente falso) lo que a sus ojos convertía su uso en “una ruleta rusa”.
Un homófobo reconocido
André-Joseph Léonard es conocido por sus posiciones abiertamente homófobas. En enero de este mismo año, pocos días después de su nombramiento como arzobispo de Malinas-Bruselas, comparaba en un programa televisivo la homosexualidad a la anorexia.
En 2007 Léonard recibió numerosas críticas al calificar la homosexualidad como una conducta “anormal”. Posteriormente aclaró que su afirmación se refería “a la conducta, no a las personas”, aunque se reafirmó en su convencimiento de que las personas homosexuales “sufren un bloqueo en el desarrollo psicológico normal”.
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