La Generalitat valenciana, gobernada por el Partido Popular, ha suspendido temporalmente los cursos de educación sexual que promovían las Consejerías de Sanidad y Educación en los colegios.
Se da la curiosa circunstancia (que esperemos se trate de una simple casualidad) de que el arzobispado de Valencia había transmitido hace unos meses su malestar por esas clases y había propuesto un programa alternativo que incluía la enseñanza de que la homosexualidad es una “disfunción”.
La Consejería de Sanidad envió el 12 de julio una circular a los centros de salud sexual y reproductiva en la que notificaba la suspensión temporal de la planificación de las intervenciones de los Programas de Intervención en Educación Sexual (PIES), que se ofrecen a alumnos de 3º de ESO (14 y 15 años). Se trata de materiales que, elaborados por técnicos de la propia Generalitat, cuentan con el respaldo de diversas sociedades científicas como la Academia Española de Especialistas en Sexología, la Fundación Española de Contracepción o la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC).
Los colegios, sin embargo, se han enterado ahora, al ponerse en contacto con los centros de salud sexual para preparar el nuevo curso.
Pero no serían los únicos cursos de sexualidad que se han parado, según Felipe Hurtado, de la Asociación Española de Sexología y Medicina Sexual. Hurtado ha explicado a El País que el centro de salud en el que trabaja, Fuente de San Luis (Valencia), ofrece desde hace años distintas clases de educación afectivo-sexual a alumnos de 5º de Primaria, 3º y 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato, además de los PIES. Y lo mismo sucede con otros centros sanitarios de Valencia, como el de la Malva-rosa, o de Alicante y Castellón. Todos estos programas también han sido congelados. “En una reunión celebrada con responsables de Sanidad el mes pasado me comentaron que no se podía ofrecer ni los PIES ni nada”, comenta.
En un comunicado conjunto, Sanidad y Educación han negado la paralización definitiva de los cursos pero admiten que los contenidos se están “rediseñando”. Varios institutos han presentado quejas formales por la suspensión de unos cursos “muy sólidos informativamente y eficaces desde el punto de vista de la prevención entre adolescentes”.
Lambda pide reanudación de los cursos
El Col·lectiu Lambda de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales ha reaccionado ante la noticia, solicitando al Gobierno presidido por Francisco Camps que reanude los cursos. “Desde el Col·lectiu Lambda podemos entender que se esté realizando una adaptación técnica de los contenidos del programa, pero eso no debe implicar una suspensión de la ejecución del programa. Además, Lambda pide que no se aprovechen esos cambios para recortar contenidos a partir de un punto de vista moral. En ese sentido, recuerda que la Ley Orgánica de Educación establece que uno de los fines de la educación es el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual”, expresa en un comunicado el colectivo valenciano.
Lambda rechaza, además, la propuesta de cursos alternativos que prepara el arzobispado de Valencia “y que considera la homosexualidad como una enfermedad o como una consecuencia de una mala educación afectiva”. Por eso Lambda exige a la Generalitat que, en el caso de llegarle la propuesta, rechace su impartición.
Se da la curiosa circunstancia (que esperemos se trate de una simple casualidad) de que el arzobispado de Valencia había transmitido hace unos meses su malestar por esas clases y había propuesto un programa alternativo que incluía la enseñanza de que la homosexualidad es una “disfunción”.
La Consejería de Sanidad envió el 12 de julio una circular a los centros de salud sexual y reproductiva en la que notificaba la suspensión temporal de la planificación de las intervenciones de los Programas de Intervención en Educación Sexual (PIES), que se ofrecen a alumnos de 3º de ESO (14 y 15 años). Se trata de materiales que, elaborados por técnicos de la propia Generalitat, cuentan con el respaldo de diversas sociedades científicas como la Academia Española de Especialistas en Sexología, la Fundación Española de Contracepción o la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC).
Los colegios, sin embargo, se han enterado ahora, al ponerse en contacto con los centros de salud sexual para preparar el nuevo curso.
Pero no serían los únicos cursos de sexualidad que se han parado, según Felipe Hurtado, de la Asociación Española de Sexología y Medicina Sexual. Hurtado ha explicado a El País que el centro de salud en el que trabaja, Fuente de San Luis (Valencia), ofrece desde hace años distintas clases de educación afectivo-sexual a alumnos de 5º de Primaria, 3º y 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato, además de los PIES. Y lo mismo sucede con otros centros sanitarios de Valencia, como el de la Malva-rosa, o de Alicante y Castellón. Todos estos programas también han sido congelados. “En una reunión celebrada con responsables de Sanidad el mes pasado me comentaron que no se podía ofrecer ni los PIES ni nada”, comenta.
En un comunicado conjunto, Sanidad y Educación han negado la paralización definitiva de los cursos pero admiten que los contenidos se están “rediseñando”. Varios institutos han presentado quejas formales por la suspensión de unos cursos “muy sólidos informativamente y eficaces desde el punto de vista de la prevención entre adolescentes”.
Lambda pide reanudación de los cursos
El Col·lectiu Lambda de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales ha reaccionado ante la noticia, solicitando al Gobierno presidido por Francisco Camps que reanude los cursos. “Desde el Col·lectiu Lambda podemos entender que se esté realizando una adaptación técnica de los contenidos del programa, pero eso no debe implicar una suspensión de la ejecución del programa. Además, Lambda pide que no se aprovechen esos cambios para recortar contenidos a partir de un punto de vista moral. En ese sentido, recuerda que la Ley Orgánica de Educación establece que uno de los fines de la educación es el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual”, expresa en un comunicado el colectivo valenciano.
Lambda rechaza, además, la propuesta de cursos alternativos que prepara el arzobispado de Valencia “y que considera la homosexualidad como una enfermedad o como una consecuencia de una mala educación afectiva”. Por eso Lambda exige a la Generalitat que, en el caso de llegarle la propuesta, rechace su impartición.
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